sábado, 14 de abril de 2012

Un acto de conciencia plena




Mi chaval me ha formulado una pregunta, una de esas preguntas para la que nunca estás preparado para contestar sin sentir temor por no acertar y dar al clavo o por sentir un raro remordimiento de que tu chaval quede insatisfecho por tu respuesta...


La pregunta fue directa, a raja-tabla: "Dime padre; ¿qué opinas de la matanza de las focas bebé en Alaska, o de las peleas clandestinas de perros, o bien de las peleas de gallos o de la cacería de pichones?

Pues venga ya, a responder:

Tomé aire y traté de guardar la mejor compostura sin que esto significara hacerme ver como si fingiera no saber...

¿Sabes?

Soy taurino, me gusta la tauromaquia y no tengo calidad moral para responder tu pregunta...

¡Y ya está!

Me sentí más aliviado, pero un dejo de reflexión me invadió de pronto y si, me sentí aliviado pero hipócrita.

Hipócrita por el hecho de que yo mismo reprobaba en forma casi inmediata las actividades que mi hijo mencionó y por el hecho mismo de que él reprobaba mi gusto por la fiesta brava.




No sé, en verdad que esta reflexión me puso a tambalearme sobre mis propias convicciones y en una actitud cómoda preferí salirme por la tangente.



Y aunque mi reflexión quede ahí, les puedo asegurar que observando las faenas más importantes de la historia del toreo moderno: Declaro en pleno uso de mis facultades mentales y sin menoscabo de mi conciencia humana, la tauromaquia es la actividad humana que más disfruto y la que más satisfacciones me ha aportado en la vida.

Y si creen los anti-taurinos que los taurinos no tenemos conciencia...

                                                  ¡Están equivocados!

2 comentarios:

  1. Sabes algo?
    Yo creo que la mejor respuesta que se le puede dar a un hijo es decirle lo que sientes y lo que te gusta desde el fondo de tu corazón.
    Desde mi butaca, estoy convencida que cuando tienes una afición o gusto verdadero como es tu caso, no tiene nada de malo responder que no estas de acuerdo con la matanza de los animales indefensos.
    TU mejor que yo sabe que la fiesta brava no se puede comparar con la matanza de focas.
    Los toros de Lidia se crían para morir con honor.
    Los elefantes son sacrificados por codicia.
    No creo que te falten argumentos para explicarle a tu hijo la razón de tu afición.
    Ni creo que te falte corazón para explicarle tu postura ante la barbarie de gente sin escrúpulos.
    Algunas veces los hijos nos preguntan cosas esperando una respuesta sincera, porque ellos mismos están confundidos y no saben si están actuando bien o mal. O lo que les gusta es correcto.

    simc

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  2. Gracias por tus atinados comentarios y por dedicarme un espacio en tu tiempo...

    Mil, mil gracias!!!

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