viernes, 17 de febrero de 2012

De Carretilla



Joselito Adame?

Otra vez?

A ver, a ver...

Los auténticos triunfadores de la temporada brillan por su ausencia y ahora nos presentan un cartel deslavado como para cumplir con la papeleta y así como así: ¿nos repiten al "Zotoluco" y a Adame?

Que ganas de fastidiarnos la vida y fastidiarsela a los toreros.

No, no estoy en contra ni del "Chintololo" ni del hidrocálido, no: simplemente me gustaría que el empresario Herrerías mostrara un poco de más digamos, emmmmm, digamos; imaginación para configurar carteles.

Y no digo que sea fácil la tarea del empresario, pero miren que repetir dos tardes a José Mauricio?

Y el Cejas?

Y Jerónimo?

Y Garibay?

Y así nos podemos seguir mencionando espadas de la flaca baraja mexicana.

Nos presentan esta temporada al Zapata, a José Luis Angelino?

Yaaaa!!!!!

Los paladares exigentes sabemos los límites de cada uno de los toreros y está visto que ambos no han evolucionado en su quehacer taurino así que... ¿porqué insistir?

Para que nos aprendamos de memoria el par monumental y los "galleos" de Uriél?

Para apreciar faenas repetitivas con base a unos cuántos pases en redondo, adornos y algunos pares de banderillas hasta atropellados y desiguales?

No gracias!

Eso está bien para "La Petatera", para "San Buena", para Texcoco inclusive pero para La Monumental México?

Oiga usted señor Herrerías: ¿que no se le hace que esta prostituyendo la fiesta en nuestro país?

Bueno, bueno y eso sin contar con la presencia del ganado pero sobre todo la falta de raza que muchas ganaderías "light" acusan hoy día.

Pero en este negocio todos fallamos y miren si no:

¿Qué tenemos que abonar a favor del desempeño de las infanterías?

Salvo honrosas excepciones, los banderilleros de abdómenes abultados y precarias facultades físicas nos han dispensado con sendos pares desiguales, "al sobaquillo", a la "media vuelta" y ni así.

Que triste desempeño de los de plata.

Y no vamos a entrar en el escabroso tema de los de aúpa porque simplemente es raro ver a los lanceros prodigarse en la suerte de varas recogiendo la embestida y poniendo un buen puyazo "aguantando la reunión"

Pero en descargo de su magro desempeño habrá que abonar la escasa fuerza del ganado que no sé si por la altura de la ciudad de México, del viaje de la ganadería hasta la plaza o de las fallidas técnicas en su crianza simplemente toman un puyazo y a veces ni eso.

Y por si todo esto resultara poco: el público.

Sí, ese público de Oro que ya ni siquiera colma el graderio, ese mismo público que asiste en masa solo a las corridas donde se anuncian los diestros españoles de renombre pero que solo van a reventar.

Con denostaciones y al grito de: "toro, toro" le tupen al alcohol y arrojan cojines sin el menor asomo de respeto por aquellos que se la están jugando en el ruedo.

El taco, la charla futbolera, el irrespetuoso grito de "toro" cuando el matador en turno apenas inicia su trasteo, ese ir y venir de vendedores ambulantes en el tendido hacen que nuestra fiesta no sea más que un triste y fallido remedo de lo que es en otras latitudes.

En fin que cuando pensábamos que nuestra fiesta podría superar algunos baches, tenemos que enfrentar otro problema: Los jueces de plaza.

No, no quisiera mencionar a uno en particular porque todos ellos han tenido sus que veres en esta pachanga en la que se ha convertido la celebración de las corridas en La México.

Vaya entonces mi más sincero repudio para los del biombo que regalan orejas alegremente y se pasan el reglamento por salva sea la parte.

En fin amigos y amigas, mi pregunta es muy simple:

¿Quiénes atentan más con la fiesta brava en nuestro país?

¿Los activistas anti-taurinos?

¿o será que estamos durmiendo con el enemigo en casa?


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