No bien termina la justa mundialista de Sudáfrica 2010 y ya han dado inicio los encierros de San Fermín en España.En una especie de Sodoma del siglo XXI, Pamplona se convierte en una suerte de bacanal en donde no solamente los mozos corren frente a los toros; también corre el vino en generosas cantidades.
La emoción de la carrera desde la cuesta de Santo Domingo pasando por la curva de la Estafeta y la Telefónica es indescriptible.A estos momentos antecede la preparación de los mozos que minuto a minuto se van apostando a lo largo y ancho de las calles pamplonicas estirando los músculos y dando brinquitos para destensionar los nervios o distraer al miedo.
Al estallar el "Chupinazo" (cohete) se da suelta al ganado que arropado por los cabestros recorren las calles en término de unos 3 minutos aproximadamente que se hacen eternos.
Tal vez lo más peligroso no sea el paso del encierro sino la aglomeración de los mozos en las calles que van cayendo algunos por instinto de conservación y otros arrollados por la multitud que corre despavorida acompañando a la manada hasta la plaza de toros.
Yo disfruto como muchos taurinos del recorrido del encierro y me froto las manos de pensar que año con año pueda algún día sumarme a la celebración... ojalá que para el año próximo sí se pueda...
"Uno de enero, dos de febrero, tres de marzo, cuatro de abril
cinco de mayo, seis de junio, siete de julio y San Fermín..."
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