CON MIS MEJORES DESEOS

A mis amigos y lectores deseo que más allá de abrir regalos, comer los tradicionales romeritos o el bacalao y ponerse hasta las chanclas tengan la oportunidad de hacer una seria reflexión.
Reflexionar sobre el rumbo de sus vidas y retomar los buenos proyectos para que puedan verse cristalizados el año venidero.
Espero en todo caso que no se hayan dejado llevar mucho por la espiral de consumo que proponen estas fechas  y los medios de comunicación, la publicidad y los grandes almacenes.
Ojalá que en vez de eso puedan privilegiar nuestras más arraigadas tradiciones y que no olviden el verdadero significado de esta fecha, aunque los más entendidos de este tema supongan que no fue el 24 de Diciembre cuando nació nuestro señor pero ya ven ustedes estas ondas del vaticano y el emperador Constantino el grande y las cruzadas y el tribunal de la santa Inquisición y, bueno, bueno, bueno, para qué nos hacemos bolas.
El mensaje que se nos ha dado es muy claro: "Ámense los unos a los otros"
Esto supone un gran compromiso: fuera chismes, ya no tires basura en la via pública, haz obras de caridad pero no pongas anuncios para publicitarte, sé un mejor vecino, sirve a tu comunidad, no te estaciones donde no debes, no pagues mordidas, convive más con tu familia, respeta a las personas de la tercera edad y a los niños, si está en tus manos, dale de comer a los que menos tienen.
Olvídate de los propósitos estúpidos de hacer dieta ahora que empiece el año porque seguramente vas a empezarlo comiendo como vikingo.
Les deseo a todos desde lo más profundo de mi corazón que nos vaya bien a todos y podamos convivir mejor el año venidero.
Son los mejores deseos de su servidor y amigo.